La incursión de la fibra de carbono en el mundo de los deportes no es reciente, de hecho, apenas unos pocos años después de haberse descubierto las bondades de este material, uno de los primeros ámbitos de uso fue el deporte. Entre ellos, una de las disciplinas que ha sacado mayor provecho del carbono es el fútbol, ya que ha elaborado sus propias Botas de fútbol en fibra de carbono. En época reciente, el uso de carbono en las botas de fútbol ha rendido muy buenos frutos.
La utilización de la fibra de carbono en el calzado apropiado para jugar al futbol obedece a las mismas razones que han motivado la investigación y desarrollo con carbono en todos los demás rubros: ligereza, resistencia y fuerza.
Las botas de futbol han experimentado con fibra de vidrio, nylon, titanio, pebax (poliamida, elastómero termoplástico de bloque de polieter), TPU (Poliuretano termoplástico), todos estos materiales que son la base de las suelas o del refuerzo de estas, porque es allí donde se debe poner el énfasis en algo tan importante para un futbolista como el calzado con el cual cubre su pie y apoya el trabajo hecho en el campo por dicha extremidad.
Características de las botas de fibra de carbono
El uso de otros materiales resistentes, como la fibra de vidrio, dan durabilidad, pero añaden peso. La fibra de carbono es superior a todos estos porque le da al calzado estabilidad, firmeza, resistencia a agentes externos como la intemperie, la corrosión, la fricción, temperaturas extremas; flexibilidad, todo ello y aun permanece muy ligera, es decir, no añade peso a la bota.
Esto ayuda al jugador a desplazarse por la cancha con velocidad y sin temor de un accidente por que se parta el calzado ante tanta fricción y tracción habida durante un partido. Por ejemplo, los tacos en base carbono son sumamente importantes porque dan agarre al terreno, es decir, evitan que el jugador resbale o el taco sufra destrucción ante la presión y el maltrato.
Los tacos son más importantes que el resto del zapato, ellos tienen la carga de un buen o mal desempeño: sufren todo el daño y es donde se apoya el jugador durante todo el partido. Otro aspecto importante es el peso, como se mencionó anteriormente. La fibra de carbono ofrece ligereza al calzado y a su vez para el jugador esto se traduce en un desplazamiento superior sin lastres, pues los pies no arrastran peso innecesario. Lo mejor de todo es que la fibra de carbono da al futbolista ligereza al mismo tiempo que resistencia, dupla perfecta en la cancha.
La aerodinámica y la ligereza propenden a la velocidad en el terreno, por lo que el carbono es el material indicado toda vez que, conjuntamente con un peso menor del calzado, conlleva resistencia también a la fricción del viento y por tanto la bota “corta” el flujo de aire, de modo que este no coarta el movimiento del pie. El carbón también absorbe el impacto, lo que evita que la energía del choque llegue a la extremidad.
Las botas de futbol poseen generalmente partes de dos o más materiales de propiedades similares. De esta manera, se puede observar que cierto modelo lleva una suela de fibra de vidrio con placa de refuerzo encima de fibra de carbono, el cual también se extiende a los tacos. Puede ser que toda esta parte, tanto suela como placa de refuerzo y tacos, sean de un mismo material, sin embargo, los fabricantes mezclan partes de diversos materiales para poder experimentar e innovar en los siguientes modelos.
Por todo lo anterior, lo más idóneo es hacer una relación precio-calidad, pues la fibra de carbono es una inversión que está por encima del promedio, pero que bien vale hacer ese esfuerzo ya que las ventajas sobre el terreno son innumerables.
Donde comprar botas de carbono
El calzado específico para jugar futbol puede adquirirse en línea, a través de tiendas virtuales especializadas o bien páginas de fabricantes y distribuidores autorizados. Como se trata de botas, es recomendable acudir a una tienda física para poder probarse las mismas, pues recuerde que un calzado ajustado o muy grande “mata” la precisión tan necesaria para realizar una buena jugada e inhibe el desplazamiento adecuado.
